miércoles, 12 de diciembre de 2012

Osho: DARSHAN. Osho se reúne con grupos de buscadores en...

un pequeño auditorium contiguo a su residencia cada tarde, a las siete, durante una o dos horas. En esos darshan inicia a nuevos sannyasins procedentes de todo el mundo, recibe a las personas que acaban de llegar o se están yendo, responde preguntas y aconseja sobre problemas. Grupos de trabajadores del ashram y participantes en los programas del ashram asisten a estas reuniones siguiendo un calendario rotativo. Se graban estos encuentros íntimos, cara a cara, entre Osho y sus huéspedes, y son publicados en los Diarios de Darshan.
Uno tiene que aprender, poco a poco, a estar sólo y a confiar en uno mismo cada vez más. Mi ayuda no debería convertirse en una dependencia. Debería ser una ayuda para que te vuelvas, de verdad, más alerta, para que confíes más en tu propia vida, en la voz de tu corazón.
Por eso cuando vienes a mí y me preguntas, no es que yo responda. Tengo que buscar en tu corazón para ver cuál habría sido tu decisión si tu propio corazón estuviera funcionando. Nunca tomo ninguna decisión yo solo, porque eso sería destructivo. Habría sido algo externo. Por eso, cuando preguntas, miro dentro de ti; no decido. Miro en ti, te siento, miro en tu propio corazón que tú no puedes ver, y dejo que ese corazón decida. Por eso, como mucho, te interpreto a ti, tu propio corazón. Soy una partera.
Si puedes decidir, mejor. Poco a poco, empezarás a escuchar a tu propio ser interno y lo que te está diciendo. Y esa confianza tiene que surgir. De otra forma, confiar en mí puede volverse peligroso para ti, porque entonces estás dependiendo siempre de un agente externo. Se puede convertir en un hábito, de
modo que, cuando estés sólo o cuando te hayas alejado mucho de mí, estarás perdido sin saber qué hacer.
Mientras estés aquí, todo lo que puedas decidir, decídelo. Cuando sientas que te es casi imposible llegar a una decisión, que los pros y los contras están casi equilibrados, que estás dividido en dos mitades, sólo entonces ven a mí. Y, entonces, igualmente, sólo te puedo ayudar; no te impongo nada. Como mucho,
puedo convertirme en un puente entre tú y tú mismo. Ésa es mi función.
Para que poco a poco puedas ver el puente y puedas ir tú mismo hacia tu auténtico ser, para que la necesidad de mí cada vez sea menor. Llega el día en el que no hay nada que no puedas decidir. Entonces te has hecho mayor. Has madurado.
Siempre que ves que ha surgido un problema, es una buena oportunidad, un desafío, un momento crítico. Úsalo creativamente, encuentra modos y formas.
Escucha en silencio a tu propio corazón y si en él surje una cierta seguridad, bien; ya has recibido mi ayuda. Pero sólo en raros momentos en los que no puedas decidir, cuando haya demasiada oscuridad y estés absolutamente confuso —si tú decides esto, la mente dice aquello; si tú decides aquello, la mente dice esto y
continúas colgando entre los dos. No puedes ni siquiera ver que una de las voces corresponde a la mayor parte de tu ser, estás dividido al 50%—, sólo entonces, acude a mí. Entonces, igualmente, recuerda siempre que no te estoy dando mi consejo. Te estoy habilitando el acceso a la parte más interna de tu corazón.
Pronto comenzarás a verla.
Osho-Autobiografía de un Místico Espiritualmente Incorrecto
Apéndice
Págs. 330,332

HAPPY BIRTHDAY OSHO 11.12.20012

lunes, 26 de noviembre de 2012

Osho: Otro sannyasin que se está marchando dice:...

[Otro sannyasin que se está marchando dice: Me preguntaba si podríamos estar cerca en Europa.]

Mm mm. (una pausa) Cada noche medita antes de ir a dormir, y mientras venga el sueño, basta con ir recordando sobre mí ... no de palabra, sólo la cara, sólo la idea. Pronto una comunicación en el inconsciente se iniciará, y estarás más cerca de lo que tú estás aquí, o incluso más.

[Another sannyasin who is leaving says: I wondered if we could be close in Europe.]

Mm mm. (a pause) Every night meditate before you go to sleep, and while you are falling asleep, just go on remembering me... not verbally, just the face, just the idea. Soon a communication with the unconscious will start, and you will be as close as you are here, or even more.
Osho- Just Around The Corner
1° de Mayo de 1979 pm
Chuang Tzu Auditorium
Diary Darshan
Cap. 1, Pág.5
(Traducción libre de Ma Gyan Darshana)

jueves, 20 de septiembre de 2012

Osho Viviendo fuera del círculo

Viviendo Fuera del Círculo

Siempre siento que no soy digno de ser amado. Siento que esto hace que mantenga mi puerta cerrada y ahora mi corazón está sufriendo pero he olvidado en dónde está la puerta.

Éste es uno de los crímenes que se han cometido contra todos por todas partes en la sociedad humana: tú has sido condicionado y te han dicho continuamente que eres indigno.
Debido a este condicionamiento, la mayoría de la humanidad se ha dado por vencida incluso de desear cualquier aventura, cualquier peregrinaje a las estrellas; están muy convencidos de que son indignos. Sus padres les decían, “eres indigno". Sus profesores les decían, “eres indigno". Sus sacerdotes les decían, “eres indigno". Todos forzaban la idea en ellos de que eran indignos. Naturalmente, ellos aceptaron la idea.
Una vez que aceptas la idea de que eres indigno, naturalmente te cierras. No puedes creer que tienes alas, que el cielo entero te pertenece, que sólo tienes que abrir tus alas y el cielo va a ser tuyo, con todas sus estrellas.
No es cuestión de que en alguna parte te hayas olvidado de abrir una puerta. Tú no tienes ninguna puerta, tú no tienes ninguna pared. Este ser indigno es simplemente un concepto, una idea. Has sido hipnotizado por la idea.
Desde el mismo comienzo, todas las culturas, todas las sociedades han estado utilizando el hipnotismo para destruir a los individuos — su libertad, su unicidad, su genialidad — porque los intereses creados no están necesitando genios, no necesitan individuos únicos, no necesitan gente que ame la libertad. Están necesitando esclavos, y la única manera psicológica de crear esclavos es condicionar tu mente con la idea de que eres indigno, que no mereces nada; que incluso no mereces lo que tienes, que no deberías pedir nada más. Ya debes demasiado por las cosas que no mereces.
El hipnotismo es un proceso simple de repetición continua. Sólo sigue repitiendo cierta idea y se empieza a asentar dentro de ti, y se convierte en una pared gruesa, invisible. No hay puertas, ni ventanas; tampoco existe ninguna pared .
George Gurdjieff ha recordado su infancia... Él nació en el Cáucaso, una de las partes más primitivas del mundo. Sigue estando en la etapa donde estaba la humanidad cuando vivía de la cacería; incluso el cultivo no ha comenzado. La gente del Cáucaso son grandes cazadores y cualquier sociedad que vive de la cacería está destinada a ser una sociedad nómada. No puede construir casas, no puede construir ciudades, porque no es posible depender de los animales. Hoy están disponibles aquí, mañana no lo estarán. Ciertamente los matarás, y debido a tu presencia se escaparán; los matarán o escaparán.
Gurdjieff creció en una sociedad nómada, así que él venía casi de otro planeta. Sabía algunas cosas que nosotros hemos olvidado. Él recuerda que en su infancia los nómadas hipnotizaban a sus niños, porque no podían llevarlos con ellos contínuamente mientras cazaban. Tienen que dejarlos en alguna parte debajo de un árbol, en un lugar seguro. ¿Pero cuál es la garantía que esos niños permanecerán allí? Tienen que ser hipnotizados. Así que utilizaron una pequeña estrategia, y la han utilizado durante siglos.
Desde el principio cuando el niño es muy pequeño, harán que él se siente debajo de un árbol. Dibujarán un círculo alrededor del niño con un palillo y le dirán, “tú no puedes salir de este círculo; si te sales de él, morirás".
Ahora esos niños pequeños creen, igual que tú. ¿Por qué eres cristiano?... porque tus padres te lo dijeron. ¿Por qué ers hindú? ¿Por qué eres jaina? ¿Por qué eres musulmán?... porque tus padres te lo dijeron.
Esos niños creen que si salen del círculo morirán. Crecen con este condicionamiento. Puedes intentar persuadirlos: “Sal, te daré un dulce". No pueden, porque la muerte... Incluso a veces si intentan, sienten como si una pared invisible los estuviera previniendo, como si los empujara nuevamente dentro del círculo. Esa pared existe solamente en sus mentes; no hay pared, no hay nada. A menos que la persona que los ha puesto en el círculo venga y retire el círculo, saque al niño, el niño permanece dentro.
El niño sigue creciendo pero la idea permanece en el inconsciente. Así que incluso un anciano, si su padre dibuja un círculo alrededor de él, no puede salir. Así que no es tan sólo una cuestión del niño; el anciano también lleva todavía su niñez en su inconsciente. No es cuestión de un niño. El grupo entero de nómadas ha puesto a sus niños debajo de árboles cercanos, y todos los niños están sentandos allí durante todo el día. En el momento en que sus padres vuelven, se ha convertido en un condicionamiento tal que no importa lo que suceda, el niño no saldrá del círculo.
Exactamente la misma clase de círculos son dibujados a tu alrededor por tu sociedad. Por supuesto son más sofisticados. Tu religión no es más que un círculo, pero muy sofisticado; tu iglesia, tu templo, tu libro sagrado no es más que un círculo hipnótico.
Uno tiene que entender que está viviendo rodeado por muchos círculos que están sólo en su mente. No tienen una existencia real, pero funcionan casi como si fueran reales.
El que eres indigno es simplemente un condicionamiento. Nadie es indigno. La existencia no crea gente indigna. La existencia no es tonta. Si la existencia crea a tanta gente indigna, entonces toda la responsabilidad recae en la existencia. Entonces se puede concluir definitivamente que la existencia no es inteligente, que no hay inteligencia detrás de ella, que es un fenómeno materialista estúpido y accidental y no hay conciencia en él. Éste es todo nuestro combate, toda nuestra lucha: probar que la existencia es inteligente, que la existencia es inmensamente consciente.
Es la misma existencia la que crea a los Budas Gautama. No puede crear gente indigna. Tú no eres indigno. Así que no es cuestión de encontrar una puerta; sólo existe una comprensión de que el ser indigno es una idea falsa que te es impuesta por quienes quieren que seas un esclavo para toda tu vida.
Lo puedes abandonar en este momento. La existencia te da el mismo sol que al Buda Gautama, la misma luna que a Zarathustra, el mismo viento que a Mahavira, la misma lluvia que a Jesús. No establece diferencias, no tiene ninguna idea de discriminación. Para la existencia, el Buda Gautama, Zarathustra, Lao Tzu, Bodhidharma, Kabir, Nanak o tú son exactamente iguales. La única diferencia es que el Buda Gautama no aceptó la idea de ser indigno, él rechazó la idea.
Así que abandona la idea de ser indigno, es simplemente una idea. Y al abandonarla te encuentras bajo el cielo. No es cuestión de puertas; todo está abierto, todas las direcciones están abiertas. El hecho de que existes es prueba suficiente de que la existencia te necesita, te ama, te nutre, te respeta.
La idea de ser indigno es creada por los parásitos sociales. Abandona esa idea. Siéntete agradecido a la existencia... porque solamente crea gente que es digna, nunca crea algo sin valor. Solo crea gente que es necesitada.
Mi énfasis es que cada sanyasin debe respetarse y sentirse agradecido a la existencia por haber sido requerido para estar aquí en esta coyuntura de tiempo y espacio.
Osho, Beyond Enlightenment, Talk #31
Más Alñlá de la Psicología












lunes, 23 de julio de 2012

Osho: Y qué largo es el camino para el viajero,

Y qué largo es el camino para el viajero,


¡errando a través de tantas vidas!

Permítele descansar, no dejes que sufra.

No le dejes caer en el sufrimiento.

El Dhammapada de Gautama El Buda

...

Comentario:
Necesitas descansar, has vagado suficiente.
Estás cansado, completamente agotado, harto, aburrido.
Ahora es el momento. No sufras más.
No vuelvas a caer en el sufrimiento constantemente.
Caer en el olvido es sufrir;
recordar es salir del sufrimiento.
Y el descanso es la etapa más necesaria
para recordar; para darse cuenta.
La relajación es todo el arte tanto de la meditación
como de la dicha.
Y qué largo es el camino para el viajero,
¡errando a través de tantas vidas!
Permítele descansar, no dejes que sufra.
No le dejes caer en el sufrimiento.
El Dhammapada de Gautama El Buda

¡Y cuánto has deambulado! ¿Cuándo vas a decidir despertar? Ya has
dormido suficiente. Es tiempo de despertar y comenzar un tipo de vida
totalmente nuevo, vivido desde el interior. Enciende en tu interior
la llama de la consciencia, y dondequiera que estés todo será
alegría.
Necesitas descansar, has vagado suficiente. Estás cansado,
completamente agotado, harto, aburrido.
Ahora es el momento. No sufras más. No vuelvas a caer en el
sufrimiento constantemente. Caer en el olvido es sufrir; recordar es
salir del sufrimiento. Y el descanso es la etapa más necesaria para
recordar, para darse cuenta. La relajación es todo el arte de ambas
meditación y dicha.
¿Cómo puedes descansar con tantos deseos? Te están destrozando
continuamente. Solo puedes descansar si aprendes el secreto de no
desear, si aprendes a vivir momento a momento sin ningún futuro,
si aprendes a vivir sin ninguna esperanza de futuro, si vives
concentradamente en el presente, totalmente involucrado en el
momento, sin preocuparte por el pasado ni por el futuro, relajado,
descansando.
Entonces tanto la meditación como la dicha son fáciles, el
crecimiento espontáneo surge de un corazón descansado, de un ser relajado.
Osho-La Baraja del Buda
El Dhammapada de Gautama El Buda
Carta 42
.

jueves, 5 de julio de 2012

En realidad, todos somos responsables de lo que ocurra;...



En realidad, todos somos responsables de lo que ocurra; participamos en ello de algún modo.
Si alguien se pone agresivo contigo, en vez de pensar que él es el agresor, como se hace normalmente, hazlo desde este punto de vista:
"¿Qué habrá en mí que le ponga agresivo?; no es agresivo con todo el mundo".
No es agresivo con los árboles; es agresivo contigo. Tiene que haber algo que estés haciendo, algo en tu comportamiento que provoque agresión en él.

Puede que no se lo estés haciendo a él. A eso me refiero; todo está muy entretejido. Quizá le recuerdas a su padre que solía pegarle y, como era tan pequeño, no podía hacer nada.
Y cuando te ve, su agresión no es hacia ti, tú eres simplemente simbólico. Su agresividad es hacia su padre, que ya no está en este mundo.
Así que en lugar de reaccionar a la agresión, que empeoraría las cosas, intenta entender. Pregúntale:
"¿Por qué eres tan agresivo conmigo? ¿Hay algo en mí que te ofenda? ¿Te he hecho algo?; porque si es así no me he dado cuenta. Tiene que haber otra razón para tu agresión".
Así es como lo haría un hombre sabio. Y si le preguntas a esa persona, quizá empiecen a brotar lágrimas de sus ojos y te pida perdón:
"Tú no has hecho nada, es que me recuerdas a mi padre. Cuando era niño, me pegaba tanto que solía pensar que cuando fuese grande y fuerte, ya le enseñaría yo...
Pero él murió antes de que eso ocurriera. Así que algo ha quedado incompleto en mí. En cuanto te veo, no tiene nada que ver contigo, es mi problema".
Si las personas empezasen a comportarse así, en poco tiempo crearíamos un tipo de vida completamente distinto...
Existen los problemas, pero estos proceden de tu interior y son proyectados sobre los demás. Y a los demás les ocurre lo mismo. Tienen problemas, tienen deseos reprimidos, tienen experiencias incompletas. Y, si por casualidad, tú encajas con algo de su miseria psicológica, puede que se enamoren de ti o se enfaden contigo o te odien...
Durante veinticuatro horas, observa tus juicios acerca de los demás;
¿Son buenos o malos?.
Observa de dónde salen tus respuestas a la gente.
¿Salen de ellos o salen de tu interior?
Todo este mundo con toda su desdicha y sufrimiento está dentro de ti. Todo este mundo puede ser de felicidad y bendición si tu ser interior cambia.
Esta es mi definición de una persona religiosa: ha cambiado su ser interior, lo ha limpiado, así que se convierte en un puro espejo, refleja pero no reacciona. Siente compasión incluso por aquellos que están llenos de ira, siente compasión por los tristes, los desdichados, por los que están destrozando su vida con el alcohol o las drogas. Lo único que siente es compasión.
Y de esa compasión sale una respuesta: si puede ayudar, ayuda. No puedes provocar una reacción en un hombre sabio; nunca reacciona. Esa es la diferencia entre las palabras "reacción" y "respuesta", aunque parezcan similares. La reacción es ciega e inconsciente y culpa al otro. La respuesta es consciente y clara y ve las cosas tal como son...
Así que siempre que ocurra algo, recuerda, primero mira dentro de ti. Puede que lo que te estén diciendo sea cierto, y si no es cierto entonces no tienes por qué preocuparte, es el problema de otro que lo está proyectando en ti...".
OSHO

martes, 3 de julio de 2012

Osho: Sólo por hoy...


Sólo por hoy, escoge disfrutar lo que hay en vez de preocuparte por lo que no hay,



OSHO

miércoles, 27 de junio de 2012

Osho: Nunca intentes cambiar a la persona que amas,


Nunca intentes cambiar a la persona que amas, porque el esfuerzo por cambiarla quiere decir que amas la mitad y la otra mitad de la persona no es aceptada. Cuando amas, amas.
Osho

Never attempt to change the person you love, because the very effort to change say you love half and half of the person is not accepted. When you love, you just love.
Osho


martes, 19 de junio de 2012

Osho: Inténtalo con tu nombre...

Inténtalo con tu nombre. Cuando sientas una profunda ansiedad, simplemente llámate por tu nombre -no Bokuju o cualquier otro nombre- sino tu nombre, y luego responde: "Sí señor, estoy aquí", y siente la diferencia. La ansiedad dejará de existir. Al menos por un sólo momento tendrás un indicio de lo que hay más allá de lo nublado, y ese indicio se puede profundizar. Una vez sabes que si llegas a estar alerta la ansiedad no se produce, entonces esta desaparece. Has llegado a tener un conocimiento profundo de tu propio ser y del mecanismo para trabajar interiormente.

Osho, The Book of Secrets charla #41

miércoles, 16 de mayo de 2012

Osho: Si puedes transportar el rasgo de alegría de la soledad a la sociedad,...

Si puedes transportar el rasgo de alegría de la soledad a la sociedad, de repente tomarás conciencia de un nuevo fenómeno, un nuevo acontecimiento en tu interior: que la sociedad te ayuda a estar solo, que estar solo y el aislamiento te ayuda a relacionarte profundamente con la gente. Un hombre que nunca vivió en soledad no puede conocer la belleza de relacionarse; creo que no puede conocerla porque nunca ha estado solo. Nunca ha sido una persona, ¿cómo puede conocer la belleza de una relación? Una persona que nunca ha vivido en
sociedad no puede conocer el placer de la soledad. Una persona que nació en un paraje solitario, que creció en un paraje solitario, ¿crees que será feliz? ¿Crees que podrá gozar de su soledad? Simplemente se tornará aburrido y estúpido.
Ve a las montañas, ve al Himalaya. Hay gente que vive allí (han vivido allí durante miles de años, han nacido allí) pero, por más que sientas la belleza del Himalaya, ellos no pueden percibirla. Por más que disfrutes el silencio que allí reina, ellos no pueden disfrutarlo. Ni siquiera tienen conciencia de que existe el silencio.
Cuando van a las ciudades, sienten una excitación similar a la que tú sientes cuando vas a las montañas. A la gente que vive en Bombay, en Londres y en Nueva York, le encanta visitar el Himalaya. Cuando pueden ir a Bombay, Londres o Nueva York, las personas que vi ven en el Himalaya perciben lo hermoso que es el mundo.
Es necesaria la oposición para sentir: se transforma en algo contrastante. El día es hermoso porque existe la noche. La vida es tan hermosa porque está la muerte. El amor se transforma en una danza interior porque está el odio.
El amor te conduce a un pico máximo de conciencia, porque el amor se puede perder. No es algo en lo que puedas confiar. En este momento está, y en el momento siguiente no. La posibilidad de su ausencia brinda profundidad a su presencia. El silencio se vuelve más silencioso cuando en el fondo hay ruidos. Hace sólo un instante, pasó un avión. Puedes verlo de dos maneras: si eres un hombre perturbado, en tu interior lo percibirás como una interrupción del silencio. Si estás integrado por dentro, el ruido del avión profundizará el silencio que aquí impera. El ruido se transforma en el fondo que le da forma y relieve al silencio. Le da nitidez al silencio. El silencio, una vez que ha pasado el avión, es mayor que antes. Depende de ti.
Siempre recuerda: no te vuelvas dependiente respecto de las cosas, de las situaciones, de las condiciones. Así podrás moverte. No evites el movimiento, o te asfixiarás. Todos le temen al movi miento, porque son dependientes. No pueden salir de sus montañas, de su aislamiento, al mundo del mercado, porque saben que se sentirán molestos. ¿Qué clase de silencio es éste, que el mercado puede interrumpirlo? ¿Qué valor tiene?
Si el mercado puede destruirlo, si el mundo, el mundo monótono, puede destruirlo, entonces ese silencio es muy impotente. Si tu silencio fuera verdaderamente potente, si lo hubieras conseguido, nada podría destruirlo.
No es muy difícil comprender lo que estoy diciendo acerca del silencio, pero es mi actitud en todas las esferas de la vida. Si eres un brahmachari real, un verdadero célibe, puedes acceder al sexo sin que destruya tu celibato. Será muy difícil seguir esto. Si el sexo perturba tu celibato, éste no es válido. Llevas la cualidad dentro de ti.
Si estás realmente vivo y lleno de energía, puedes morir con alegría. Sólo las personas apocadas mueren infelices, porque nunca han vivido. Nunca probaron la copa de la vida. Siempre han estado esperando y esperando, sin que nunca les llegara la vida. Por eso les asusta la muerte.
Quien ha vivido siempre está dispuesto a morir. Quien vivió verdaderamente está dispuesto a aceptar la muerte en cualquier momento. La palabra "aceptar" no es buena; sería mejor usar "dar la bienvenida " a la muerte, recibirla con alegría, plácidamente. Entonces, la muerte es una aventura. Y debería serlo, si es que verdaderamente has vivido. Así, la muerte no es un enemigo, es un amigo. Una vida más profunda deja lugar a la muerte, mientras que una vida superflua la evita. Esto se da en todas las esferas de la vida.
Si sabes lo que es la amistad, no tendrás miedo de los enemigos. ¡No tendrás miedo! La enemistad tiene su belleza propia. Es una especie de amistad, pero Al morir, un hombre que lo conoce transportará su bienestar.
La risa le saldrá de adentro, del centro mismo de su ser.
No trates de hacer una síntesis entre los polos opuestos de la vida. Sólo manténte integrado. Y, cuando digo esto, quiero decir: lo que sientas en la soledad, llévalo al centro mercantil; lo que sientas en tu meditación,
transpórtalo al amor (porque en el amor el otro estará presente, mientras que en la meditación estás solo). Más tarde o más temprano, las cosas se acomodarán a su propio ritmo. No es necesario que las acomodes; tú sólo
acomódate a ti mismo. Acomódate y las cosas irán adoptando su propio orden (siempre lo hacen, siempre te siguen). Una vez que te acomodas, el mundo todo se acomoda. Una vez que estás en armonía, el mundo todo queda en armonía. Una vez que se alcanza el ritmo interno, no hay discordancias en el mundo.
Mi acento, mi absoluto énfasis, es éste: acomódate. No trates de hallar armonía alguna entre los opuestos.
Nunca podrás encontrarla y, si lo intentas demasiado, te pondrás cada vez más molesto, ¡porque es imposible!
Otra cosa por la que has preguntado: que cuando estás conmigo sientes bienestar, sientes el silencio, sientes que todo es posible. Esto también puede transformarse en dependencia. Entonces, cuando no estés conmigo, las cosas parecerán más imposibles, las ¿osas parecerán no estar tan de acuerdo. Te confundes.
Cuando estás conmigo, sientes el silencio, porque tú estás menos. Cuando estás conmigo, sentado conmigo, por momentos te quedas sin yo, durante algunos períodos no estás allí, simplemente estás conmigo. La barrera se ha roto, la pared ha desaparecido. En ese momento, estoy fluyendo en ti. Todo parece posible. Lejos de mí, vuelves a armar tus paredes. Tú estás allí. Entonces, las cosas no son tan hermosas. Así que trata de comprender lo que está sucediendo y conserva esta comprensión cuando te alejes de mí. ¿Qué sucede?
Cuando todo parece posible, y hasta la iluminación final parece posible, ¿qué sucede? No estás allí. Sin ti, todo es posible; contigo todo es imposible. El problema eres tú.
Al escucharme, te olvidas. Si te olvidas, no estás allí, porque tu presencia allí, tu yo, es sólo un fenómeno mental. Debes crearlo a cada momento. Es igual que pedalear en una bicicleta. Tienes que seguir pedaleando: si paras por un solo momento, la bicicleta se detiene. Hay un impulso, un pequeño impulso: la bicicleta seguirá andando unos pocos metros y luego se detendrá. Si quieres que continúe, tendrás que seguir pedaleando. Es un proceso continuo. El movimiento de la bicicleta no es algo permanente; es necesario generarlo en todo momento. El yo debe ser pedaleado en todo momento; y tú lo estás pedaleando.
Cuando estás aquí, este pedaleo se detiene. Estás más interesado en mí. Todo tu centro de atención se desplaza. Como un niño pequeño andando en bicicleta. Todo le produce curiosidad. Mira hacia el árbol en el cual parlotean cientos de loros, y se cae de la bicicleta, porque la atención se ha desviado. Deja de pedalear, se olvida de que estaba andando en bicicleta y de que debe seguir pedaleando.
A los chicos pequeños les resulta difícil aprender a andar en bicicleta por una sola razón: por la curiosidad que todo les genera. Ningún país otorga a los niños licencias para conducir, sólo porque son tan curiosos que se olvidan. En cualquier momento, toda su atención puede desviarse hacia cualquier lado, y olvidan que están manejando, que tienen una herramienta peligrosa en la mano y que vidas ajenas están en peligro. Se desconcentran. La conciencia de los niños fluye para cualquier lado.
Cuando estás aquí, te interesas tanto en mí, te comprometes tanto con esto, que te olvidas de pedalear. Y, en ciertos momentos, cuando te olvidas completamente de ti mismo, el silencio desciende sobre ti, surge un
placer, y todo parece posible.
Lejos de mi, vuelves a ti: tu mente comienza a pensar, empiezas a pedalear, y pedaleas más porque debes compensar. No has pedaleado tu bicicleta durante algunos momentos; así que pedaleas más para compensar.
Regresa el yo fuerte y pierdes contacto contigo mismo.
Conmigo, lo que sucede en realidad es que estás más en contacto contigo mismo; el yo no está allí. Estás en un contacto profundo contigo mismo; tu fuente interior está a tu disposición, fluyendo; la energía no encuentra
obstáculos. Lejos de mí, vuelven todos los bloqueos, retornan los viejos hábitos. Entonces, las cosas no parecen ir tan bien. Entonces, todo el fenómeno de estar conmigo tiene la apariencia de un sueño. No lo puedes creen Parece un milagro, y piensas que yo tal vez haya hecho algo. Yo no hice nada. Nadie puede
hacerte nada. Ocurrió porque lo permitiste.
Cuando te alejes de mí, llévate esta sensación. Lo que estés sintiendo aquí, llévalo contigo. Así me necesitarás cada vez menos. Si no lo haces, me puedo transformar en una droga: cada mañana te despiertas y comienzas a buscarme. Luego, te preparas para acudir a mí, con una profunda urgencia: así, me puedo
convertir en una droga. Después te harás cada vez más dependiente de mí. Ésta no es la forma de acceder al satori, al samadhi o la iluminación. No es la manera. Si te vuelves demasiado dependiente de mí, soy una droga y, por lo tanto, soy destructivo. Pero eres tú el que puede convertirme en una droga.
Lo que sientas cuando estás cerca de mi, en mi presencia, conmigo, llévatelo contigo. Debes llegar a un punto en el cual, conmigo o sin mi, sigas siendo el mismo. Entonces, seré una ayuda y no una esclavitud. Entonces, seré una liberación para ti; y debo transformarme en una liberación para ti. Cuando digo esto, quiero decir que debes llegar al punto de liberarte también de mi. Si hay una constante dependencia y no te liberas, no sirve; es sólo posponer las cosas. Un verdadero maestro siempre deja a los discípulos liberados de él. Éste es el
objetivo. Que vengas a mi, que te alejes de mí, pero que te acompañe esa sensación. Que sigas siendo el mismo.
Que te muevas entre los polos opuestos permaneciendo siempre igual. Entonces, todo es posible, porque tú eres aún la fuente de todas las energías.
Tienes en tu interior la fuente de toda la vida. Todo lo que está sucediendo en la vida se está produciendo a partir de la misma fuente de la que saliste tú. Estás relacionado con ella, eres uno con ella. Si los pájaros pueden estar tan contentos y cantar, tú también puedes, porque es la misma fuente la que les aporta su dicha y su canto. La misma fuente está a tu disposición, pero de alguna manera has generado obstáculos. Si los árboles están tan verdes y tan naturales, despreocupados, tú también puedes, pues la savia que llega a los árboles también te llega a ti. Tal vez lo hayas olvidado, pero allí está.
Y lo que ha ocurrido en la vida, todo lo que sucede a tu alrededor, todo este misterio, es tu herencia. Reclámala. La estás dejando de lado al no reclamarla, mientras sigues pidiendo. Allí tienes el imperio, que sigue desperdiciándose y esperando, mientras sigues pidiendo. ¡Reclámalo!
Ésta es la forma en que se lo puede reclamar: manténte igual cuando te desplaces de un polo al opuesto. Esto es lo que Krishna dice en el Gita: "En el dolor o en el placer, sé el mismo; en el éxito o en el fracaso, sigue siendo el mismo. Pase lo que pase, deja que suceda, y sigue siendo el mismo. Esta identidad te dará integridad."
Has preguntado algo más: que te digo que vivas en el mundo, que no renuncies a él, y al mismo tiempo te digo que te vuelvas completamente loco y extasiado. Parece difícil, porque ¿cómo podrías después vivir normalmente en el mundo, en relación con la gente? SI, te digo esto.
Una cosa: renunciar al mundo me parece horrible, porque implica renunciar a un don que Dios te ha otorgado.
Tú no has creado la vida. No estás aquí por tu elección. Es un don. Renunciar a esto iría en contra de Dios.
Toda renuncia va en contra de Dios, porque es un rechazo. Por eso los que dicen que no se vuelven más egoístas. En el momento en que renuncias, afirmas ser más sabio que la fuente divina de la cual proviene todo.
Cuando renuncias, afirmas que tú eliges. Cuando renuncias, usas tu voluntad, y la voluntad crea al yo.
Cuando digo que no renuncies, estoy diciendo que no seas una voluntad, un elector. Lo que ocurre, no sucede por ti; entonces, ¿quién eres tú para elegir esto o aquello? Deja que suceda. ¿Qué puedes hacer? Deja que suceda; no te preocupes por eso. El renunciamiento no es sino un escape. Porque estás herido, porque estás molesto, renuncias. Renuncias a la situación, no a la actitud que te lastima. No renuncias al corazón que tiene tantas heridas que cualquier cosa puede lastimarlo. No renuncias a la mente que está enferma, que está
siempre dispuesta a ser perturbada. Renuncias al mundo, lo cual es más sencillo. Huyes al Himalaya, pero todo lo que estaba adentro de ti seguirá contigo. No habrá ninguna diferencia. Es un engaño.
Sigue integrado, sigue callado, sigue alegre, deja que el mundo sea feliz. ¿Quién eres tú para renunciar o no renunciar? Cuando te encuentres a ti mismo, quédate allí. Sigue integrado y callado y alegre, No te vayas al Himalaya; crea un Himalaya interior. Eso es lo que quiero decir cuando te digo que no renuncies. No te vayas a las montañas; crea ese silencio adentro de ti, de manera que, siempre que te muevas, las montañas te acompañen. La relación es hermosa porque es especular. Pero hay personas estúpidas que ven su rostro en el espejo, les parece desagradable, y destruyen el espejo. La lógica es superficial: el espejo los hace verse feos; entonces, destruyen el espejo para volverse hermosos.
La relación es especular. Como quiera que estés relacionado con una persona (sea tu esposa, tu marido, un amigo, un amante, un enemigo), allí hay un espejo. La esposa refleja al marido. Allí puedes reflejarte. Y, si ves
un marido feo, no trates de dejar a tu esposa, pues la fealdad está en ti. Despréndete de la fealdad. Este espejo es hermoso; agradécele.
Pero las personas estúpidas y cobardes siempre huyen y renuncian; la gente sabia y valiente vive siempre con relaciones y las utiliza como espejo. Vivir con alguien conlleva un reflejarse permanentemente en lo que te rodea. En todo momento el otro te expone, te revela. Cuanto más cercana sea la relación, más claro es el espejo. Cuanto más distante sea la relación, el espejo se tornará menos claro. Por eso toda renuncia se transforma, en realidad, en una renuncia al amor. Marido y mujer: esto se convierte en el fundamento del quiebre de la relación, pues vivir veinticuatro horas por día con una persona en la misma casa, relacionarse las veinticuatro horas...
Aun cuando una esposa no le esté hablando al marido, aun cuando no le esté diciendo nada, refleja. Aun cuando el marido está simplemente leyendo el periódico, refleja. Por la forma en que acomoda el periódico, la mujer sabe que el periódico está sólo para crear una pared entre ambos, que él se está escondiendo detrás del periódico, que tal vez esté fingiendo ante sí mismo que está leyendo, que tal vez esté leyendo las mismas noticias dos veces, y hasta tres. Que tal vez no esté leyendo nada, sino sólo recorriendo las palabras con la
vista en forma mecánica. Pero el modo en que se oculta detrás del periódico se torna como un espejo. Está evitando a la mujer, está harto de ella, no quiere que ella esté aquí, no quiere mirarla, ni verla. Su presencia, su sola presencia, le resulta pesada. De alguna manera, quiere escapar.
Cuando estás enamorado, no es necesario el lenguaje. Los gestos... e incluso los silencios se vuelven elocuentes. Se produce un constante reflejo, y todo el mundo se ve feo, pues la belleza es algo que se da de vez en cuando, cuando tu ser interior comienza a revelarse. El yo siempre es feo. Por eso, sólo cuando el yo no
está, uno puede volverse hermoso. Es el yo lo que se refleja.
Quienquiera que te recuerde permanentemente que eres feo, se transforma en tu enemigo; y quieres renunciar a él. ¿Pero es sabio renunciar al espejo? Es tonto. Aunque si nadie te devuelva un reflejo, seguirás siendo el mismo. Incluso puedes crecer más en la misma dirección cuando nadie te lo recuerda. El espejo es hermoso y bueno. Te sirve. Y, si estás alerta, poco a poco, puedes desprenderte de¡ yo. Entonces, en el espejo se revelará tu hermoso ser.
Una vez que te transformas en una nada, en una nube blanca, todos los lagos de¡ mundo revelarán tu blancura, tu corriente tranquila. Por eso digo que hay una sola cosa a la que renunciar: el renunciamiento; nada más.
Vive donde está Dios, o donde está el todo. Entonces, Dios o el todo: dondequiera que encuentres que el todo te ha colocado, quédate allí. El todo nunca coloca a nadie en un renunciamiento; nunca. El yo siempre te impulsa a meterte en relaciones porque, como nadie nace solo, nadie puede estarlo. Por lo menos, se necesitará a la madre, al padre; una sociedad, una familia. El todo siempre te empuja hacia las relaciones. Por eso digo que el renunciamiento va contra Dios.
Adondequiera que te lleve, muévete como una nube; muévete con él, y entrégate por completo al todo. Lo único que hay que recordar es la cuestión de los opuestos: el silencio, el equilibrio, la integración.
Dices que será difícil. Sí, lo será. Si eres extremadamente feliz, será difícil en una familia patológica, y toda familia lo es. Será como si estuvieras obligado a vivir en un manicomio: será difícil porque todos allí estarán locos. Entonces, ¿qué puedes hacer? Si te internan en un manicomio (tú no estás loco, como sí lo están todos los demás), ¿qué harás? Si en verdad no estás loco, te comportarás en forma loca. Es el único camino sabio allí. Así, nadie llega a enterarse de que estás sano pues, si se llegaran a enterar, habría problemas. En un manicomio, un hombre verdaderamente sabio actuará de modo más loco que lo que pueda hacerlo cualquier loco. Ése es el único estado seguro en un sitio así.
Entonces, en esta vida, donde todo el mundo está loco, ¿qué puedes hacer? Este planeta entero es un manicomio, un gran manicomio. Todo el mundo está enfermo, tiene patologías, es anormal, insano, ¿qué puedes hacer? ¡Actúa! Con la gente, cuando lo sientas, no trates de crear problemas cuando no es necesario; sólo actúa y disfruta de hacerlo. Con la gente, actúa. Por ti mismo, ponte loco de alegría. ¿Qué quiero decir?
Quiero decir que, si alguien murió en el vecindario, ¿qué harás? ¿Ponerte loco de alegría allí? Si lo haces, te golpearán. Gime y llora, actúa bien, pues eso es lo que se requiere en toda la situación patológica en la cual la muerte no se acepta, en la cual la muerte representa al mal. No le crees problemas a nadie. Si eres sabio, actúa; y actúa tan bien que nadie pueda llorar como tú. ¡Disfrútalo! Es algo interior ¡Convi értelo en éxtasis! Pero para afuera, para la gente que te rodea, actúa bien.
Sé un actor en el mundo. Cuando eres un actor, no te preocupas, porque sabes que no es más que una actuación. La vida entera es un gran psicodrama. Sé allí un actor, y por dentro conserva tu dicha no egoísta.
Suficiente por hoy.

Osho-Mi Camino de las Nubes Blancas

lunes, 7 de mayo de 2012

Osho: Este sutra del Buda es muy, pero muy importante...

Este sutra del Buda es muy, pero que muy importante. Se trata de un sutra muy simple,...
pero no hay que tomárselo literalmente. Sí, desde luego, literalmente también es verdad, pero lo importante es todo el proceso, cómo llegar a ser uno, cómo disolver la dualidad a todos los niveles de tu ser, desde el más grosero al más sutil, de la circunferencia al centro... Cómo soltar toda dualidad y llegar a un punto en que de repente seas uno.
Ese punto es el objetivo de todas las religiones, de todos los yogas, de todas las oraciones, de todas las meditaciones, el objetivo del islam, del cristianismo, del hinduismo, del jainismo, del budismo, el objeto de todos los buscadores. Porque una vez que eres uno desaparece tu desdicha.
La desdicha existe a causa del conflicto. La desdicha existe porque tu casa está dividida, la desdicha existe poque no eres uno, sino una multitud, mil y una voces en tu interior, que tiran y estiran de ti en todas las direcciones de todas las maneras.
Eres un revoltijo, un caos. Es un milagro el que puedas arreglártelas para no volverte loco, porque estás hirviendo de locura. Es un milagro que hayas conseguido permanecer cuerdo, que no te hayas perdido en esa multitud. Pero perdido o no, estás sentado sobre un volcán que puede entrar en erupción en cualquier instante.
Recuerda lo siguiente: la demencia no es algo que sobrevenga a unos cuantos desgraciados, sino que es algo a lo que tiende todo el mundo. La demencia es algo que llevas contigo mismo como una semilla, y puede brotar en cualquier momento; sólo espera la temporada adecuada, el clíma adecuado, la oportunidad adecuada. Cualquier cosita puede desencadenarla y tú... volverte majara. Y estás majara porque tu base está dividida. Ser uno es posible pero entonces hay que ser muy consciente de la situación.
Osho- And The Buddha Said
Disertaciones sobre
"El Sutra de los 42 Capítulos"
Capítulo 5, La Verdad Más Allá de la Magia
Pág. 87

lunes, 30 de abril de 2012

Osho: El problema para un hombre que busca la realidad...

El problema para un hombre que busca la realidad es cómo parar el círculo vicioso del pensar y aun así ser consciente. Porque los estúpidos tampoco piensan, pero no son conscientes. Sé consciente; la energía que va al pensar tiene que volverse consciencia. La consciencia que se mueve en un círculo vicioso al pensar tiene que conservarse, tiene que purificarse. El pensar tiene que parar, el girar de la consciencia tiene que parar, pero la consciencia no. La consciencia tiene que cristalizarse y la acción tiene que permanecer, la acción no debe parar.


Al unir la consciencia y la acción inmediatamente alcanzas la realidad. Y no sólo tú, sino que crearás una situación en la que otros también podrán encontrar la realidad. Te convertirás en el ambiente, en el clima alrededor del cual las cosas empezarán a ocurrir. Esto es lo que ocurrió con Buda, con Sosan, con Chuang Tzu.


Recuerda: la acción es buena; el pensar es un círculo vicioso, nunca te lleva a ninguna parte. Así que hay que dejar de pensar pero no de actuar. Hay gente que continuará pensando; dejará de hacer. Eso es lo que ocurre cuando una persona renuncia a la vida, se va a la selva, a los Himalayas. Renuncia a la acción, no al pensar. Renuncia al mundo en el que se necesita la acción. Renuncia a la propia realidad, porque es a través de la acción que te pones en contacto con la realidad. Ver es una acción, moverse es una acción, danzar es una acción, pintar es una acción. Cuando haces cualquier cosa, sea lo que sea, te pones en contacto con la realidad.


Tienes que volverte cada vez más sensible en tu hacer. No hay que renunciar a la acción; la acción tiene que estar totalmente presente, porque ese es el puente a través del cual tú te mueves en la realidad y la realidad se mueve en ti. Intenta comprenderlo, porque esto es algo muy básico; básico para mí: renuncia al pensar, no renuncies a la acción.


Hay gente que piensa y piensa, hay gente que renuncia a actuar. ¿Pero qué van a hacer en los Himalayas? Allí toda la energía, al no ser usada en la acción, se irá al pensamiento. Se harán grandes filósofos. Pero la filosofía es una tierra de tontos; se vive en palabras, no en realidades. El amor desaparece, sólo queda la palabra «amor». Dios desaparece; porque él estaba en los campos, en el mercado, en el mundo, y ahora tan sólo queda la palabra «Dios». Las acciones desaparecen y sólo quedan los conceptos. Tu cabeza se convierte en todo tu ser.


Evítalo. Nunca renuncies a la acción, renuncia solamente al pensar. Pero si renuncias al pensar cabe la posibilidad de que te vuelvas inconsciente o de que te conviertas en un estúpido. Puede que empieces a hacer cualquier cosa, puesto que ahora no sabes qué hacer y tampoco piensas. Puedes volverte loco. Uno tiene que renunciar a pensar, pero no tiene que hacerse menos consciente, más inconsciente. Al contrario, tienes que hacerte más consciente.


En esto consiste todo el arte de la meditación: en cómo estar totalmente en la acción, cómo renunciar al pensar, cómo convertir en consciencia la energía que se empleaba en pensar.


Va a ser algo muy delicado y sutil, porque si das un sólo paso en falso caerás en la ignorancia infinita.


ES FÁCIL dejar de pensar, pero entonces te dormirás. Esto es lo que ocurre cada día en los momentos de sueño profundo: renuncias, dejas de pensar, pero entonces dejas de estar presente, abandonas la consciencia. Tu consciencia se ha identificado enormemente con el pensar, así que siempre que dejas de pensar caes en coma.


Y ese es el problema. Uno tiene que dejar de pensar y al mismo tiempo no caer en coma, porque el coma no te llevará a la realidad. Al volverte inconsciente no vas a la realidad, simple mente te duermes: el consciente se ha disuelto en el inconsciente. Y tiene que ocurrir justo lo contrario: el inconsciente tiene que disolverse en el consciente. Si el consciente cae en el inconsciente, tú caes en un coma, y si el inconsciente penetra en el consciente y se convierte en el propio consciente, te iluminas, te conviertes en un buda, en un «Sosan».


Y es muy fácil ayudar a la consciencia a que caiga en la inconsciencia, porque la consciencia es una parte muy pequeña. Una décima parte de tu ser es consciente, y las nueve partes restantes son inconscientes. Sólo una pequeña parte se ha vuelto consciente, y hasta esa parte está siempre oscilando. Puede caer en cualquier momento, es muy fácil.


Osho-El Libro de la Nada

miércoles, 25 de abril de 2012

Osho: ¿Por qué no te aceptas a ti mismo tal y como eres?

¿Por qué no te aceptas a ti mismo tal y como eres? ¿Qué hay de malo en ello? Toda la existencia te acepta tal y como eres, excepto tú mismo.
Tienes que alcanzar un ideal. El ideal está siempre en el futuro; tiene que estarlo, ningún ideal puede estar en el presente. Y el futuro está en ninguna parte; todavía no ha nacido. A causa del ideal vives en el futuro, que no es nada sino un sueño; el ideal impide que vidas aquí y ahora; por el ideal te condenas a ti mismo.
Todas las ideologías, todos los ideales, son condenatorios porque a partir de ellos se crea una imagen en la mente, y cuando te comparas a ti mismo con esa imagen siempre sentirás que falta algo, que algo falla. No falta ni falla nada. Eres perfecto respecto a cualquier posibilidad de perfección que pueda existir.
Trata de comprenderlo, porque solo entonces podrás comprender la parábola de Chuang Tzu. Es una de las parábolas más hermosas jamás descritas. ¿Por qué sigues cargando con ideales en la mente? ¿Es que no eres suficiente como eres? En este mismo instante, ¿qué os falta para ser perfectos como los dioses? ¿Qué interfiere? ¿Quién bloquea tu camino? ¿Por qué no puedes disfrutar de este mismo instante, lleno de gozo? ¿Cuál es el impedimento? El impedimento se manifiesta a través del ideal.
¿Cómo vas a poder disfrutar? Estás lleno de tanta ira, primero esa ira debe desaparecer. ¿Cómo vas a poder ser dichoso? Estás lleno de demasiada sexualidad; esa sexualidad debe desaparecer. ¿Cómo vais a poder ser como los dioses y celebrar este mismo instante? Estáis llenos de demasiada avaricia, pasión, ira; primero deben desaparecer. Después seréis como los dioses.
Así es como se crea el ideal, y a causa de ese ideal, te condenas. Te comparas con el ideal y nunca acabas de ser perfecto; es imposible. Si dices “si”, entonces el gozo es imposible porque ese “si” es el impedimento más grande.
Si dices: “Cuando se realicen esas condiciones, entonces seré feliz”, entonces esas condiciones nunca se colmarán. Y aunque se colmasen, a esas alturas ya habrás perdido la capacidad de celebrarlo y disfrutar. Y además, cuando esas condiciones se colmen –si es que llegan a hacerlo, porque no es posible-, tu mente creará otros ideales.
Así es como has estado desperdiciando la vida. Has creado un ideal y luego has querido ser ese ideal y por ello te has sentido condenado e inferior. A causa de tu mente ensoñadora has condenado tu realidad. Los sueños te han turbado.
Yo digo lo contrario: sed como dioses en este mismo instante. Que haya ira, que haya sexo, que haya codicia, pero celebrad la vida, y poco a poco sentiréis más celebración y menos ira; más bienaventuranza y menos codicia; más alegría y menos sexo. Entonces habréis dado con el camino correcto. No puede ser de otra manera. Cuando una persona puede celebrar la vida en su totalidad, todo lo erróneo desaparece; pero si primero intentas realizar ajustes para que lo erróneo desaparezca, nunca lo conseguirás. Es como luchar con la oscuridad. Tu casa está en total oscuridad y te preguntas: “¿Cómo puedo encender una vela? Antes de poder encender la vela tengo que deshacerme de toda esta oscuridad”.
Eso es lo que has estado haciendo. Primero dices que la codicia debe desaparecer y que luego habrá samadhi, éxtasis. ¡Eres un necio! Estáis diciendo que para poder encender una vela primero debe desaparecer la oscuridad, ¡como si la oscuridad te entorpeciese! La oscuridad no tiene entidad, no es nada, no cuenta con solidez. Se trata de una ausencia, no de una presencia; solo es ausencia de luz. Enciende la luz y la oscuridad desaparece. Celébralo, conviértete en una alegre llama y todo lo erróneo desaparece. La ira, la codicia, el sexo, o cualquier otra cosa que puedas nombrar, no son sólidas; solo son la ausencia de una vida gozosa y extática.
Como no puedes disfrutar sientes ira; no se trata de que haya alguien que cree tu ira. Como no puedes disfrutar te encuentras en un estado miserable, y por eso sientes ira. Los demás solo son excusas. Como no puedes celebrar, el amor no puede suceder en ti…de ahí el sexo. Eso es decantarse por las sombras. Y entonces la mente dice: “Primero destruye las sombras y luego tendrá lugar el descenso de Dios”. Es una de las estupideces más patentes de la humanidad, la más antigua. Y todo el mundo hace lo mismo.
Os resulta difícil pensar que en este mismo momento sois dioses, pero te pregunto: ¿Qué es lo que falta? ¿Qué es lo que falta? Estás vivo, respiras, eres consciente… ¿Qué más necesitas? Sed como dioses en este mismo instante. Aunque sientas que es solo un “como si”, no te preocupes. Aunque sientas que: “Estoy presuponiendo que soy como dios”, pues presuponlo, porque en realidad lo eres. Y una vez que empieces a existir como un dios, desaparecerá toda la miseria, la confusión y la oscuridad. Conviértete en una luz, pues esa conversión carece de condiciones que cumplir.
Osho- Cuando El Calzado Es Cómodo Te Olvidas del Pie
Cap. Huir de la Sombra
Págs.68,69



miércoles, 18 de abril de 2012

Osho, Me encanta escucharte,...




Osho, Me encanta escucharte, pero cuando más me gustó oirte
fue el otro día cuando nos preguntaste si éramos capaces de oír.

Me gustaría preguntártelo cada día, a cada instante. ¿Puedes oírme? Pero por pura cortesía no lo pregunto. Ese día el micrófono se estropeó y pude reunir suficiente valor. Pero recuerda que me mentiste. Cuando yo dije, «¿Puedes oírme?», tú dijiste, «No». Mentiste. Si no oíste mi... pregunta, ¿cómo pudiste contestar? y de nuevo, por cortesía, permanecí callado. Tuve que hacerlo.

Una joven acudió a Mulla Nasrudin para pedirle consejo. Ella le dijo, «¿He de casarme con un hombre que me miente?”
«Sí; a menos que desees permanecer sin casarte el resto de tu vida», dijo Nasrudin.

He de aceptaros mentirosos, como mis discípulos porque no hay otra forma, a menos, que decida quedarme como un Maestro sin discípulos. Me mentís a cada momento. Me oíste e inmediatamente dijiste, “No». No es solamente que te guste que te pregunte, «¿Puedes oírme?» A mí también me gusta tu respuesta.

Osho-El Arte de Morir

lunes, 16 de abril de 2012

Osho: nadie puede darte del significado de tu vida.

Nadie puede darte el significado de tu vida. Es tu vida y el significado ha de ser también el tuyo. Los Himalayas no te servirán de ayuda. Nadie más que tú puede encontrarlo. Es tu vida y solamente es accesible a ti. Solamente con el vivir te será revelado el misterio.
Lo primero que me gustaría decirte es: no lo busques en ninguna otra parte. No lo busques en mí, no lo busques en las escrituras, no lo busques en inteligentes explicaciones; son sólo justificaciones, no explican nada. Simplemente atiborran tu mente vacía, no te hacen consciente de lo que es. Y cuanto más está la mente atiborrada de conocimiento muerto, más torpe y estúpido te vuelves. El conocimiento hace a la gente estúpida, adormece su sensibilidad. Se atiborran de él, cargan con él, refuerzan su ego con él, pero no les aporta luz y no les indica el camino. No puede hacerla.
La vida ya está burbujeando en tu interior. Solamente puedes contactar con ella allí. El templo no está en el exterior; tú eres su santuario. Por eso lo primero que has de recordar, si quieres saber lo que es la vida, es: nunca la busques en lo exterior, nunca trates de descubrirla en alguien. El significado no puede ser transferido de este modo. Las Maestros más grandes nunca han dicho nada sobre la vida, siempre te han devuelto a ti mismo.
Lo segundo que has de recordar es: una vez que sepas lo que es la vida sabrás, lo que es la muerte. La muerte es parte del mismo proceso. Por lo general creemos que la muerte llega al final, por lo general creemos que la muerte se opone a la vida; por lo general creemos que la muerte es el enemigo, pero la muerte no es el enemigo. Y si consideras a la muerte como el enemigo esto simplemente demuestra que no has sido capaz de saber lo que es la vida.La muerte y la vida son dos polaridades de una misma energía, del mismo fenómeno, el flujo y el reflujo, el día y la noche, el verano y el invierno. No están separados y no son opuestos ni contrarios. Son complementarios. La muerte no es el fin de la vida; de hecho es una culminación de una vida, la cresta de la vida, el clímax, el gran final. Y una vez conoces tu vida y su proceso, entonces comprendes lo que es la muerte.
La muerte es una parte orgánica, integral de la vida y es muy amistosa con ella. Sin ella la vida no puede existir. La vida existe debido a la muerte, la muerte le da un trasfondo. La muerte es, en efecto, un proceso de renovación. Y la muerte sucede a cada instante. En el instante en que inhalas y en el instante en que exhalas, ambas se dan. Al inspirar, la vida entra; al expirar, viene la muerte. Por eso al nacer un niño lo primero que hace es inspirar; entonces la vida empieza. Y cuando un viejo muere, lo último que hace es exhalar; entonces la vida se va. El exhalar es la muerte, el inspirar es la vida. Son como las dos ruedas de una carreta. Vives tanto debido a que inspiras como a que expiras. El exhalar es parte del inhalar. No. puedes inhalar si dejas de exhalar. No puedes vivir si dejas de morir.
El hombre que ha comprendido lo que es su vida, permite que la muerte suceda, le da la bienvenida. Muere a cada instante y a cada instante resucita. Su cruz y su resurrección suceden continuamente como un proceso. Muere al pasado a cada momento y nace una y otra vez al futuro.
Si observas lo que es la vida podrás saber lo que es la muerte. Si comprendes lo que es la muerte, solamente entonces serás capaz de comprender lo que es la vida. Forman un organismo. Por lo general, debido al miedo; hemos creado la división. Creemos que la vida es buena, y que la muerte es mala. Creemos que ha de desearse la vida Y que ha de evitarse la muerte. Creemos que, de alguna forma, hemos de protegernos contra la muerte. Esta idea absurda crea interminables desgracias en nuestras vidas, porque una persona que se protege contra la muerte se vuelve incapaz de vivir. Es la persona que teme exhalar entonces es incapaz de inhalar y se queda embarrancada. Entonces simplemente mal vive, su vida deja de ser un fluir, su vida deja de ser un río. Si realmente deseas vivir has de estar dispuesto a morir. ¿Quién en ti teme a la muerte? ¿Teme la vida a la muerte? No es posible. ¿Cómo puede la vida sentirse asustada por su proceso integral? En ti hay algo más que está asustado: El ego es el que teme en ti. La vida y la muerte no son opuestos. El ego y la muerte sí son opuestos. La vida y la muerte no son opuestos. El ego y la vida si son opuestos. El ego está en contra de los dos, de la vida y de la muerte. El ego teme el vivir y el ego teme el morir. Teme vivir porque a cada paso, al esforzarse en pos de la vida, hace qué la muerte se acerque.
Si vives, te estás acercando a la muerte. El ego teme morir, de ahí que también tema vivir. El ego simplemente mal vive. Hay mucha gente que ni está viva, ni está muerta. Esto es lo peor. Un hombre que está vivo plenamente también está lleno de muerte. Ese es el significado de Jesús en la cruz. Jesús acarreando con su propia cruz no ha sido plenamente compren­dido. Y les dice a sus discípulos, «Tendréis que llevar vuestra propia cruz». El significado de Jesús llevando su cruz es muy simple, no es nada más que esto: todo el mundo a de acarrear continuamente con su muerte, todo el mundo ha de morir a cada momento, todo el mundo ha de estar en la cruz porque éste es el único modo de vivir plenamente, totalmente.

Siempre que te encuentres con un momento de total vitalidad, de repente también verás ahí a la muerte. Sucede en el amor. En el amor, la vida alcanza un clímax, de ahí que la gente tema al amor.
Me siento asombrado continuamente por la gente que viene a mí y que me dice que teme al amor. ¿De dónde proviene este temor al amor? Se debe a que cuando realmente amas a alguien tu ego empieza a desaparecer y a fundirse. No puedes amar con el ego, el ego se convierte en la barrera. Y cuando quieres destruir la barrera, el ego te dice, «Esto se convertirá en una muerte, ¡cuidado!»
La muerte del ego no es tu muerte. La muerte del ego es en realidad tu posibilidad de vida. El ego es simplemente una cáscara sin vida a tu alrededor. Tiene que ser hecha pedazos y tirada. Surge de forma natural, del mismo modo que cuando un transeúnte pasa, el polvo se deposita sobre sus ropas., sobre su cuerpo y ha de darse un baño para limpiarse de ese polvo.
Al movemos en el tiempo, el polvo de las experiencias, del conocimiento, de la vida vivida, del pasado, se acumula. Ese polvo se convierte en tu ego. Al acumularse, se convierte en una cáscara que ha de ser rota y tirada. Uno se ha de bañar continuamente, cada día, de hecho, a cada instante, de forma que esta cáscara nunca se convierta en una prisión. El ego teme al amor porque en el amor la vida alcanza una culminación. Pero siempre que hay una culminación de la vida también hay una culminación de la muerte. Van de la mano.
En el amor mueres y renaces. Lo mismo sucede cuando meditas o rezas o cuando acudes a un Maestro y te entregas. El ego crea toda suerte de dificultades, de justificaciones, para que no te entregues. «Piénsatelo, medítalo, sé inteligente». Cuando acudes a un Maestro, el ego sospecha, se llena de dudas, crea ansiedad porque de nuevo estás volviendo a la vida, estás volviendo a una llama donde la muerte va a estar tan viva como la vida. Recuerda que la muerte y la vida se alimentan mutuamente, nunca están separados. Si estás un poco, mínimamente vivo, en el mínimo; entonces verás a la vida ya la muerte como dos cosas separadas. Cuanto más te acerques a la cima, más se irán aproximando. En el ápice, se encuentran y se funden en uno solo. En el amor, en la meditación, en la confianza, en la oración, siempre que la vida es algo total, la muerte está allí. Sin muerte, la vida no puede ser total.
Pero el ego siempre está pensando en divisiones, en dualidades, Lo divide todo. La Existencia es indivisible, no puede ser dividida. Eras un niño, luego te hiciste mayor. ¿Puedes delimitar cuándo te hiciste mayor? ¿Puedes señalar el lugar en el tiempo cuándo de repente dejaste de ser un niño y te volviste un joven? Un día te vuelves viejo. ¿Puedes indicar cuándo te vuelves viejo?
Los procesos no pueden ser delimitados. Sucede exacta­mente lo mismo cuando naces. ¿Puedes señalar cuándo naciste? ¿Cuándo comienza realmente la vida? ¿Comienza cuando el niño empieza a respirar, cuando el doctor da unos azotes al niño y el niño empieza a respirar? ¿Es entonces cuando nace la vida? ¿O es cuando el niño entra en el útero, cuando la madre se queda embarazada, cuando el niño es concebido? ¿Empieza entonces la vida? ¿O incluso antes que esto? ¿Cuándo comienza exactamente la vida?
Es un proceso que no tiene ni fin ni comienzo. Nunca empieza. ¿Cuándo está muerta una persona? ¿Muere cuando deja de respirar? Muchos yoguis han demostrado científica­mente que pueden dejar de respirar y seguir vivos y luego regresar. De modo que el dejar de respirar no puede ser el final. ¿Dónde acaba la vida?
Nunca acaba en parte alguna, nunca empieza en ninguna parte. Estamos sumergidos en la eternidad. Hemos estado aquí desde el mismo comienzo, si es que hubo alguna vez un comienzo, y vamos a seguir aquí hasta el final, si es que va a haber un final. De hecho no puede haber un principio ni puede haber un final. Somos vida, aun cuando la forma cambie, los cuerpos cambien, la mente cambie. Lo que llamamos vida es solamente la identificación con un determinado cuerpo, con una determinada mente, con una determinada actitud, y lo que llamamos muerte no es más que el salirse de esa forma, de ese cuerpo, de esa idea.

Cambias de casa. Si te identificas demasiado con una casa entonces el cambiar de casa será algo muy doloroso. Creerás que te mueres porque la casa antigua era lo que tú eras; esa era tu identidad. Pero esto no sucede porque sabes que solamente estás cambiando de casa, que tú sigues siendo el mismo. Aquellos que han mirado en su propio interior, aquellos que han descubierto quién son, llegan a descubrir un proceso eterno, sin fin. La vida es un proceso sin tiempo, más allá del tiempo. La muerte forma parte de él.­
La muerte es un revivir continuo, una ayuda para que la vida resucite una y otra vez, una ayuda para que la vida se libre de las viejas formas, para librarse de los edificios desvencijados, para librarse de las anticuadas estructuras de modo que seas capaz de fluir y puedas de nuevo volverte fresco y joven y seas otra vez virgen.

Oí una vez.
Un hombre estaba mirando antigüedades en un anticuario cerca del Monte Vernon cuando se encontró con un hacha aparentemente antigua.
«Tiene una gran hacha antigua aquí», le dijo al anticuario.
«Sí», le contestó el hombre, «perteneció a George Washington».
«¿De verdad?», le replicó el cliente, «Se conserva en muy buen estado».
«Desde luego», le dijo el anticuario, «Se le ha cambiado tres veces la empuñadura y dos veces la hoja».

Pero así es como es la vida, se cambian las empuñaduras y las hojas. De hecho parece que todo cambia y aun así hay algo que permanece eternamente igual. Tan sólo observa. Eras un niño, ¿qué es lo que queda ahora? Solamente un recuerdo. Tu cuerpo ha cambiado, tu mente ha cambiado, tu identidad ha cambiado. ¿Qué subsiste de tu infancia? Nada queda, sólo un recuerdo. No puedes saber si realmente ocurrió o si lo soñaste o si lo leíste en un libro o si alguien te lo dijo. ¿Fue tu infancia o fue la infancia de alguien? Hojea el álbum de viejas fotos. Simplemente observa; ése eras tú. No podrás creértelo de tanto que has cambiado. Todo ha cambiado, las empuñaduras, las hojas, todo, pero aun así en lo más profundo, en alguna parte, algo sigue como una continuidad; algo que testifica, sigue ahí.Hay un hilo, por invisible que sea. Y todo va cambiando, pero ese hilo invisible sigue siendo el mismo. Ese hilo está más allá de la vida y de la muerte. La vida y la muerte son las dos alas de «eso» que está más allá de la vida y de la muerte. «Eso» que está más allá continúa empleando a la vida y a la muerte como a las dos ruedas de un carro, como complementarios. «Eso», vive a través de la vida, «Eso» vive a través de la muerte. La muerte y la vida forman su proceso, como el inspirar y el expirar, pero hay algo en ti que lo trasciende. «Eso eres tú...», «Eso» que lo trasciende. .
Pero nos hallamos identificados en exceso con la forma. Esto crea el ego. Esto es lo que llamamos «yo». Por supuesto que el «yo» ha de morir repetidas veces. Por esto está constantemente atemorizado, temblando, agitado, siempre asustado, protegiéndose, asegurándose.

Osho- El Arte de Morir

sábado, 14 de abril de 2012

Osho: Respira con amor...

Respirar con amor
El amor es siempre nuevo; nunca envejece porque no se acumula, no se guarda. No conoce pasado; siempre es fresco, tan fresco como las gotas de rocío. Vive momento a momento. Es atómico. No tiene continuidad, no tiene tradición. A cada instante muere y a cada instante renace de nuevo. Es como el respirar: inhalas, exhalas; vuelves a inhalar, vuelves a exhalar. No acumulas nada en tu interior.

Si acumularas el aire, morirías porque se corrompería, dejaría de tener vida. Perdería su vitalidad, su cualidad vital.

Lo mismo que ocurre con el respirar, ocurre con el amor. A cada instante es renovado. Siempre que uno resulta atrapado en el amor y deja de respirar, la vida pierde toda importancia. Y eso es lo que le sucede a todo el mundo: la mente es tan dominante que incluso influye sobre el corazón y lo convierte en posesivo. El corazón no conoce la posesividad, pero la mente lo contamina, lo envenena.

Recuérdalo: ¡Enamórate de la existencia! Y deja que el amor sea como el respirar. Inhala, exhala, pero deja que el amor entre y salga. Poco a poco, con cada respiración tendrás que crear la magia del amor. Conviértelo en una meditación: cuando exhales, siente que estás volcando tu amor en la existencia; cuando inhales, siente que la existencia está volcando su amor en ti. Y pronto descubrirás que la cualidad de tu respiración está cambiando; empezará a ser algo completamente distinto de todo lo que has conocido. Por eso, en la India, lo denominamos, "prana", vida; no sólo respiración, no sólo es oxígeno. Hay algo más: la vida misma.
Osho, The Open Door, charla #13
(Este volumen no esta disponible por requerimiento de Osho)

miércoles, 21 de marzo de 2012

Osho: Sòlo tienes un momento en las manos,


Osho: Sólo tienes un momento en las manos,
un momento real. Y nunca más volverás a tener este momento. O bien vives este momento, o lo dejas pasar.
Osho-Pepitas de Oro
Pág. 45

lunes, 27 de febrero de 2012

Osho: Si tienes sueño, !para!...

Si tienes sueño, ¡para! Pero la sensación debe ser real; ése es el problema. Y ése es el problema para nosotros ahora; no lo era en tiempos de Shiva. Cuando se divulgó por vez primera el Vigyan Bhairav Tantra, no era así. El hombre era auténtico, la humanidad era real, pura, no tenía nada de falsa. Con nosotros todo es falso. Simulas que amas; simulas que tienes hambre. Sigues simulando y luego tú mismo te olvidas de si estás simulando o de si queda algo real. Nunca dices lo que hay en ti, nunca lo expresas. Sigues expresando lo que no hay. Obsérvate a ti mismo y lo sabrás.
Dices algo, pero sientes otra cosa. En realidad, querías decir todo lo contrario, pero si dices lo real estarás totalmente fuera de lugar, porque la sociedad entera es falsa, y en una sociedad falsa sólo puedes existir como persona falsa. Cuanto más adaptado, más falso, porque si quieres ser real te sentirás inadaptado.
Es por eso por lo que se creó la renunciación, debido a una sociedad falsa. Buda tuvo que marcharse, no porque eso tuviera un significado positivo, sino sólo negativo: porque en una sociedad falsa no puedes ser real. O estás en un forcejeo constante a cada momento, disipando energía innecesariamente. Así que deja lo irreal, deja lo falso, para poder ser real. Ésa fue la razón básica de toda renunciación.
Pero obsérvate a ti mismo, lo irreal que eres. Observa la mente dual. Estás diciendo algo, pero estás sintiendo todo lo contrario. Estás diciendo una cosa en tu mente y simultáneamente otra cosa por fuera. Por tanto, si paras cualquier cosa que no es real, la técnica no servirá. Así que encuentra algo auténtico en ti mismo y trata de parar eso. No todo se ha vuelto falso; hay muchas cosas que todavía son reales. Afortunadamente, todo el mundo es real a veces; todo el mundo es real en algún momento. Entonces, páralo.
Estás enfadado, y notas que es real. Vas a romper algo, pegar a tu hijo, o hacer algo: ¡para! Pero no te pares mediante una consideración. No digas: «La ira es mala, así que debería parar»: ¡no! No digas: «Esto no va a ayudar al niño, así que debería parar.» No es necesaria ninguna consideración mental, porque si reflexionas, la energía se ha ido a la reflexión. Esto es un mecanismo interno.
Si dices: «No debería pegar a mi hijo, porque no le va a hacer ningún bien, y tampoco es bueno para mí. Es inútil y nunca ayuda», la misma energía que se iba a volver ira se ha vuelto reflexión. Ahora has considerado todo el asunto, y la energía ha menguado. Ha entrado en la consideración, en el pensar. Entonces te paras, pero no queda ninguna energía para ir hacia dentro. Cuando te sientas enfadado, no lo consideres, no pienses en si es bueno o malo; no pienses en absoluto. Recuerda de pronto la técnica y ¡para!
La ira es pura energía..., nada malo, nada bueno. Puede hacerse buena, puede hacerse mala: eso dependerá del resultado, no de la energía. Se puede hacer mala si sale y destruye algo, si se vuelve destructiva. Se puede volver un bello éxtasis si va hacia dentro y te lanza al centro; se puede volver una flor. La energía es simplemente energía: pura, inocente, neutral. No la consideres. Ibas a hacer algo: no pienses; simplemente para y permanece parado. En esa permanencia tendrás un vislumbre del centro interno. Te olvidarás de la periferia, y el centro entrará en tu visión.
Justo cuando sientas el impulso de hacer algo, para. Pruébalo. Recuerda tres cosas... Por un lado, pruébalo sólo cuando haya un impulso real. En segundo lugar, no pienses en parar; simplemente para. Y en tercer lugar, ¡espera! Cuando te hayas parado, sin respirar, sin ningún movimiento: espera y observa lo que sucede. No lo intentes. Cuando digo que esperes, quiero decir que no intentes pensar en el centro interno. Así volverás a errar. No pienses en el ser, en el atma. No pienses que ahora llega el vislumbre, que viene el vislumbre. No pienses, simplemente espera. Deja que el impulso, la energía, se mueva por sí misma. Si empiezas a pensar en Brahma y el atma y el centro, la energía pasará a estos pensamientos.
Puedes malgastar esta energía interna muy fácilmente. Un sólo pensamiento será suficiente para darle una dirección; entonces seguirás pensando. Cuando digo que pares, significa que pares totalmente, plenamente. No se mueve nada, como si el tiempo se hubiera detenido. No hay ningún movimiento: ¡simplemente existes! En esa simple existencia, de pronto explota el centro.
Osho- El Libro de los Secretos
Capítulo 17, Varias Técnicas para "parar

sábado, 25 de febrero de 2012

Osho: El que gobierna hombres, vive en la confusión



El que gobierna hombres, vive en la confusión.



¿Por qué? El deseo de gobernar proviene del ego; el deseo de poseer, de ser poderoso, el deseo de dominar, proviene del ego. Cuanto mayor es el reino que puedes controlar, mayor es el ego que alcanzas. Con tus posesiones tu alguien interior se vuelve más y más grande. A veces el bote se vuelve muy pequeño tan só­lo porque el ego es tan grande...
Esto es lo que les sucede a los políticos, a la gente obsesiona­da con la riqueza, el prestigio, el poder. Sus egos alcanzan tal ta­maño que sus botes no pueden contenerlos. A cada momento es­tán a punto de ahogarse, en el límite, asustados, muertos de mie­do. Y cuanto más asustado esté uno más posesivo se vuelve, porque cree que a través de los bienes se alcanza algún tipo de segu­ridad. Cuanto más asustado estés, más creerás que si tu imperio fuese un poco mayor estarás más seguro.
Osho El Vote Vacío

jueves, 23 de febrero de 2012

Vote To Save OSHO COMMUNE




Vote To Save OSHO COMMUNE
For Online Click here
! http://www.oshowork.org/form.php



For SMS Type OSHO and send it to
Within India 09200003232
Outside India +919200003232

For Miss call Give a miss call to register your vote:
Within India 08049311193
Outside India +918049311193

Osho: ... el corazón del niño que no sabe decir que no,


...el corazón del niño que no sabe decir que no, que sólo conoce un sí, un sí que no se opone al no. No es que el niño diga que sí por fuera, y no por dentro, así opera la cabeza, sí afuera y no adentro, no afuera y sí adentro. La cabeza es siempre esquizofrénica, nunca es única y total. Cuando el corazón dice que sí, es sí simplemente. No hay división ni conflicto. El corazón es integrado en su sí. Este es el verdadero creer, el verdadero confiar. Es un fenómeno del corazón, no un pensamiento, sino un sentimiento, y en su última instancia en el Ser, ni siquiera un sentimiento.
Al principio el confiar es un sentimiento, y en su máximo florecimiento es el Ser.
Las denominadas creencias permanecen en la cabeza, nunca pasan a formar parte de tu sentir y tampoco pueden llegar a ser tu Ser. A menos que algo se transforme en tu Ser, seguirá siendo un sueño ideal, una pérdida de energía.
Pero confiar requiere arriesgar. Te sorprenderá saber que la duda es muy cobarde. Habrás oído decir que las personas valientes duda, que los cobardes creen. De cierta forma esto también es verdad. La creencia de la mente es cobarde, y tú sólo conoces a los que creen en la mente, por lo que concluyes que corresponde a la realidad. Si vas a las mezquitas, iglesias y templos, los encontrarás llenos de cobardes. Pero el verdadero creer no es cobarde, requiere de gran coraje: es heroico.
La duda emerge del miedo. ¿Cómo puede ser valiente? La duda está enraizada en el miedo. La duda surge porque hay un deseo de protegerse, de defenderse, de estar seguro. Sólo puedes confiar si estás dispuesto a entrar en la inseguridad, en lo inexplicable, si estás dispuesto a zarpar desprovisto de mapas rumbo a lo desconocido. Confianza significa inmenso coraje, y sólo alguien con coraje puede ser religioso, porque sólo una persona con coraje puede decir que sí.
La duda es una defensa, aún cuando te encuentras defendido por ella te mantiene estancado, no puedes moverte, porque cada movimiento trae miedo, ya que cada movimiento es un movimiento hacia lo desconocido, hacia lo que no es familiar. Recuerda, la duda es un subproducto del miedo.
Entonces, ¿qué es confiar? Confiar es un subproducto del amor. Sólo los que saben amar saben confiar. El amor nace del corazón, y la confianza también; la duda nace de la cabeza y el miedo también. Quien vive en la cabeza permanece cobarde. De hecho porque es cobarde vive en la cabeza. Teme moverse hacia el corazón, porque nunca se sabe adonde éste te va a llevar.
El corazón es un aventurero, es el explorador de los misterios, es el descubridor de todo lo oculto. El corazón está siempre en peregrinaje. Nunca está satisfecho, tiene un profundo descontento espiritual, nunca se establece en ningún lado, está muy enamorado del movimiento, del dinamismo.
Osho- El Hombre de Vida Inexplicable