lunes, 26 de julio de 2010

Osho: Busca a tientas en la oscuridad...


Busca a tientas en la oscuridad. Nada más puedes hacer. La búsqueda misma se transformará en la comprensión que te liberará de la oscuridad. Jesús dijo: "La verdad es libertad". Comprende esta libertad. La verdad siempre viene a través de comprensión. No es algo con lo que te encuentras; es algo en lo cual evolucionas. Así es que busca la comprensión, porque mientras, más comprendas, más te acercarás a la verdad. Y en algún momento desconocido, inesperado, impredecible, cuando la comprensión llegue a su clímax, te encontrarás en el abismo. Ya no eres: sólo la meditación es.

Cuando ya no eres, estás meditando. La meditación no es algo agregado a ti; está siempre más allá de ti. Cuando estás en el abismo, la meditación está allí. Entonces el ego no es; ya no eres. Sólo el ser es. A eso se refieren las religiones cuando mencionan a Dios: el ser supremo. Es la esencia de todas las religiones, de todas las búsquedas, pero nunca la encontrarás empaquetada y lista. Así es que tengan cuidado de cualquiera que presuma acerca de ella.

Sigue buscando a tientas, y no le temas al fracaso. Admite los fracasos, pero no cometas los mismos de nuevo. Una vez basta; eso es suficiente. El que se extravía una y otra vez en la búsqueda de la verdad es siempre perdonado. Esta es una promesa que proviene de las profundidades mismas de la existencia.
Osho-Sicología de lo Esotérico
Cap. 6 Entrando en la Brecha.

viernes, 23 de julio de 2010

Osho: ¿Qué significa tener Miedo?


¿Qué significa tener miedo? ¿Qué ocurre dentro cuando tienes miedo? Quieres algo, y al mismo tiempo no lo quieres. Esta es la situación de una mente temerosa: quiere y no quiere porque tiene miedo. Le gustaría pero no está segura, no se decide.
Jesús siempre usaba la palabra «miedo», muchas veces, en contraposición a fe. Nunca usaba «incredulidad» o «desconfianza» en contraposición a fe; siempre usaba la palabra «miedo» en oposición a fe. Decía que aquellos que no tienen miedo, tienen fe, porque la fe es una resolución. La fe es una decisión, una decisión total. Vives totalmente en ella, es una confianza, sin nada que te retenga, es incondicional. No se puede volver atrás. Si has entrado totalmente en ella, ¿quién se echará atrás?
La fe es absoluta. Si entras, entras. No puedes salirte; ¿quién va a salirse? No hay nadie detrás de ti que te pueda hacer volver. Es un salto al abismo, y Jesús está absolutamente en lo cierto al hacer del miedo el antónimo de la fe. Nadie había hecho esto antes. Pero está absolutamente en lo cierto, porque no le interesa el lenguaje externo, lo que le interesa es el lenguaje del ser interior.
Lo que no te permite tener fe es el miedo. No la incredulidad, recuerda, lo que te impide tener fe no es no creer, es el miedo.
Por supuesto que racionalizas tu incredulidad, tu miedo. Lo escondes tras palabras, dices: «Tengo mi escepticismo, mis dudas. ¿Cómo voy a entrar en ello a no ser que esté totalmente convencido?». Pero mira profundamente en tu interior y encontrarás miedo.
El miedo significa que una mitad de ti quiere adentrarse y la otra mitad no quiere. Una mitad de ti se siente atraída por lo desconocido, ha escuchado la llamada, la invocación; y la otra mitad tiene miedo a lo desconocido y se aferra a lo conocido. Porque lo conocido es lo conocido, no implica miedo.
Haces algo, y ese algo se vuelve conocido. Ahora, si quieres cambiar a un nuevo trabajo, a una nueva forma de vida, nuevos hábitos, nuevo estilo, la mitad de ti se aferra a lo conocido, dice: ¡No te muevas! ¿Quién sabe?, puede que sea aún peor que esto.
Y una vez que hayas dado el paso no podrás volver». Así que una mitad dice: «¡Quédate aquí!».
Esta mitad pertenece a la memoria, al pasado, porque el pasado es conocido. Y la otra mitad se siente atraída, siente la llamada a entrar en un camino desconocido, a través de lo inexplorado; porque lo nuevo te emociona.
Ahí está el miedo. Estás dividido. El miedo te divide, y si estás dividido hay indecisión. Con un pie vas hacia lo desconocido, y el otro permanece en el pasado, en la tumba del pasado. Y entonces te paralizas, porque nadie puede moverse con un solo pie, con una sola pierna; nadie. Tienes que mover tus dos alas, ambas partes. Sólo así te puedes mover.
Cuando estás indeciso, estás estancado; y todo el mundo está indeciso. Este es el problema, esta es la ansiedad. Estás paralizado, sin poderte mover. La vida sigue fluyendo, y tú te has vuelto como una piedra, bloqueado, un prisionero del pasado.
Osho-El Libro de la Nada
Cap.6 No Persigas Ninguna Meta

miércoles, 21 de julio de 2010

Osho: La lucha enmdurece.


Osho: La lucha endurece. Solo con pensar en luchar, te rodea una sutil dureza.

Solo con pensar en resistir, te recubres con un caparazón, que te envuelve como un capullo. La sola idea de tener una meta determinada te convierte en una isla y dejas de formar parte del extenso continente de la vida. Y cuando te separas de la vida eres como un árbol separado de la tierra. Puede vivir del alimento anterior, pero en realidad está moribundo. Necesita las raíces, estar en la tierra, unirse a ella, formar parte de ella.
Tienes que unirte al continente de la vida, formar parte de ella, enraizarte en ella. Cuando estás enraizado en la vida eres suave por que no tienes miedo. El miedo provoca el endurecimiento. El miedo crea la idea de la seguridad, la idea de la protección. Y no hay nada más mortífero que el miedo, porque con la idea misma del miedo te separas de la tierra, te desarraigas.
Entonces vives en el pasado: por eso piensas tanto en él. No es una coincidencia. La mente piensa continuamente en el pasado o en el futuro. ¿Por qué pensar tanto en el pasado? ¡Lo pasado, pasado está! No puede recobrarse. ¡El pasado está muerto¡ ¿Por qué sigues pensando en él, si ya no existe y si ya no se puede hacer nada? No puedes vivirlo, no puedes estar en él, pero sí puede destruir tu momento presente. Tiene que haber una causa muy arraigada, y esa causa es que estás luchando contra el todo. Al luchar contra el todo, contra el río de la vida, te desarraigas. Te has convertido en algo minúsculo, en un fenómeno encapsulado, encerrado en sí mismo. Te has convertido en un individuo, que ya no forma parte de él. Tienes que vivir como un avaro, de tu alimento anterior: por eso la mente no deja de pensar en el pasado.
Y tienes que recuperarte de algún modo si quieres prepararte para luchar: por eso no dejas de pensar en el futuro. El futuro te da esperanza, el pasado alimento, y entre ambos se extiende la eternidad, la vida misma, que tú te estás perdiendo. Entre el pasado y el futuro te mueres en lugar de vivir.
Osho- Intimidad
Cap. Instrumentos para la Transformación.
Sé Vulnerable
Págs. 117,118

jueves, 15 de julio de 2010

Osho: El tiempo es siempre presente...



El tiempo es siempre presente. Esas tres divisiones no son divisiones del tiempo. El pasado y el futuro pertenecen a la mente, no al tiempo. Al tiempo solamente le pertenece el presente. Pero entonces es difícil llamarlo presente porque, lingüísticamente, para nosotros el presente es algo entre el pasado y el futuro. Se refiere al pasado, se refiere al futuro. Si no hubiera pasado ni futuro entonces la palabra “presente” perdería todo significado.
Osho

sábado, 3 de julio de 2010

Debido a la obsesión por el tiempo,...


Debido a la obsesión por el tiempo, la velocidad se ha convertido en la única meta. No sabes dónde vas, pero eres muy feliz porque vas deprisa. La dirección se ha perdido, pero la velocidad está en tus manos.
Una mente así no será capaz de buscar lo supremo porque lo supremo es eterno. No es como una flor estacionaria: es el árbol supremo, eterno. Para ser su suelo, para que eche raíces en ti, necesitas paciencia, una espera, infinita. Tú lo único que tienes que hacer es esperar, luego vendrá todo lo demás, te lo prometo. Tú simplemente espera conmigo, y todo lo demás vendrá. Pero no tengas prisa ni pidas secretos: te serán dados cuando estés preparado. Siempre son dados. De hecho, decir que son dados no es completamente cierto. Cuando estés preparado, de repente te darás cuenta de que lo que fuera que estuvieras intentando conseguir ya estaba dentro de ti. Lo has tenido siempre: ya era así. El maestro es solo un agente catalítico; él se sienta, en silencio, tranquilo, sin hacer nada. La primavera llega y la hierba crece por sí sola.

Suficiente por hoy.
Osho-La Hierba Crece Sola