Dicen que la mente es un mecanismo tan magnífico que empieza a funcionar en el momento que naces y sigue funcionando hasta que estás ante una audiencia; entonces, de pronto, se para, entonces le pasa algo. De otro modo, sigue funcionando hasta que te mueres. Y son pocas las personas que necesitan estar ante una audiencia, así que la mente continúa sin obstáculos, y te mantiene absolutamente cansado, exhausto, agotado, aburrido. Y te sigue diciendo las mismas cosas una y otra vez.
¿Por qué la gente está tan aburrida? La vida no es aburrida, recuerda. La vida es siempre un misterio tremendo, es siempre una sorpresa, es siempre nueva; está renovándose continuamente. Llegan hojas nuevas, se caen las hojas viejas; aparecen flores nuevas, desaparecen las flores viejas. Pero no puedes ver la vida porque estás continuamente aburrido por tu propia mente. Te sigue diciendo cosas que ha dicho miles de veces. Pareces tan cansado por la sencilla razón de que no sabes cómo apagarla.
No hay que deshacerse de la mente, hay que ponerla en el lugar que le corresponde. Es un hermoso sirviente, pero un amo muy feo. Coge las riendas en tus manos, sé el amo; y lo primero, el primer paso, es distanciarse de la mente. Ve que no es tú, crea una distancia: cuanto mayor es la distancia, mayor es la capacidad para apagarla.
Y un milagro más con el que te toparás es que, cuando apagas la mente, la mente se vuelve más lozana y más inteligente. Piensa: desde el día que naces, la mente empieza y no para de funcionar hasta que mueres; y nunca se sabe, puede que siga funcionando incluso cuando estás en la tumba, porque hay algunas cosas que siguen sucediendo allí. Las uñas siguen creciendo incluso cuando estás en la tumba, el pelo sigue creciendo, de manera que aún continúa algún tipo de mecanismo. Las uñas y el pelo continúan creciendo incluso en un cadáver, de manera que algo aún sigue funcionando. Quizá sea algún mecanismo local, no la mente misma, pero puede que el cuerpo tenga pequeñas mentes locales que apoyen a la mente grande como agentes de la gran mente. ¡Puede que estos pequeños agentes no se hayan enterado todavía de que el gran hombre ha muerto, y siguen haciendo lo de siempre! No saben nada más, así que continúan repitiendo su vieja tarea. Los cabellos siguen creciendo, las uñas siguen creciendo... ¡y solo con pequeñas mentes locales, mini-mentes!
Hay que poner a la mente en el lugar que le corresponde, y usarla solo cuando necesitas usarla. De la misma manera que usas las piernas cuando las necesitas; cuando no las necesitas, no usas las piernas. Si estás sentado en una silla y no dejas de mover las piernas de arriba para bajo, la gente pensará que estás loco. Eso es exactamente lo que está sucediendo en la mente, ¿y sigues creyendo que no estás loco?
Una consciencia meditativa llega a conocer la clave. Cuando quiere desconectar la mente, simplemente dice «Ahora cállate», y ya está. La mente sencillamente se calla y prevalece un gran silencio por dentro. Y la mente también puede descansar en esos momentos; de otra forma, todo se cansa.
Todo se cansa, todo se siente cansado... incluso los metales se cansan. Y tu mente está hecha de tejidos celulares muy delicados, tan delicados que no hay nada más delicado en toda la existencia. En tu pequeño cráneo, hay millones de pequeñas fibras en funcionamiento. Son tan finas que tus cabellos, cuando se comparan con los nervios que funcionan en tu cerebro, son muy gruesos, cientos de miles de veces más gruesos. Es un fenómeno tan delicado, pero no sabemos cómo usarlo. Necesita descanso.
¿Por qué la gente está tan aburrida? La vida no es aburrida, recuerda. La vida es siempre un misterio tremendo, es siempre una sorpresa, es siempre nueva; está renovándose continuamente. Llegan hojas nuevas, se caen las hojas viejas; aparecen flores nuevas, desaparecen las flores viejas. Pero no puedes ver la vida porque estás continuamente aburrido por tu propia mente. Te sigue diciendo cosas que ha dicho miles de veces. Pareces tan cansado por la sencilla razón de que no sabes cómo apagarla.
No hay que deshacerse de la mente, hay que ponerla en el lugar que le corresponde. Es un hermoso sirviente, pero un amo muy feo. Coge las riendas en tus manos, sé el amo; y lo primero, el primer paso, es distanciarse de la mente. Ve que no es tú, crea una distancia: cuanto mayor es la distancia, mayor es la capacidad para apagarla.
Y un milagro más con el que te toparás es que, cuando apagas la mente, la mente se vuelve más lozana y más inteligente. Piensa: desde el día que naces, la mente empieza y no para de funcionar hasta que mueres; y nunca se sabe, puede que siga funcionando incluso cuando estás en la tumba, porque hay algunas cosas que siguen sucediendo allí. Las uñas siguen creciendo incluso cuando estás en la tumba, el pelo sigue creciendo, de manera que aún continúa algún tipo de mecanismo. Las uñas y el pelo continúan creciendo incluso en un cadáver, de manera que algo aún sigue funcionando. Quizá sea algún mecanismo local, no la mente misma, pero puede que el cuerpo tenga pequeñas mentes locales que apoyen a la mente grande como agentes de la gran mente. ¡Puede que estos pequeños agentes no se hayan enterado todavía de que el gran hombre ha muerto, y siguen haciendo lo de siempre! No saben nada más, así que continúan repitiendo su vieja tarea. Los cabellos siguen creciendo, las uñas siguen creciendo... ¡y solo con pequeñas mentes locales, mini-mentes!
Hay que poner a la mente en el lugar que le corresponde, y usarla solo cuando necesitas usarla. De la misma manera que usas las piernas cuando las necesitas; cuando no las necesitas, no usas las piernas. Si estás sentado en una silla y no dejas de mover las piernas de arriba para bajo, la gente pensará que estás loco. Eso es exactamente lo que está sucediendo en la mente, ¿y sigues creyendo que no estás loco?
Una consciencia meditativa llega a conocer la clave. Cuando quiere desconectar la mente, simplemente dice «Ahora cállate», y ya está. La mente sencillamente se calla y prevalece un gran silencio por dentro. Y la mente también puede descansar en esos momentos; de otra forma, todo se cansa.
Todo se cansa, todo se siente cansado... incluso los metales se cansan. Y tu mente está hecha de tejidos celulares muy delicados, tan delicados que no hay nada más delicado en toda la existencia. En tu pequeño cráneo, hay millones de pequeñas fibras en funcionamiento. Son tan finas que tus cabellos, cuando se comparan con los nervios que funcionan en tu cerebro, son muy gruesos, cientos de miles de veces más gruesos. Es un fenómeno tan delicado, pero no sabemos cómo usarlo. Necesita descanso.
Osho-Inteligencia
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