
Cuando te relajas, aceptas; la aceptación de la existencia es la única manera de relajarse. Si te molestan las pequeñas cosas, entonces es que te molesta tu actitud. Siéntate en silencio, escucha todo lo que está ocurriendo a tu alrededor y relájate. Acepta, relájate y de pronto sentirás una inmensa energía que nace dentro de ti. Primero, sentirás esa energía como si tu respiración se volviera más profunda. Normalmente tu respiración es muy superficial y, a veces, cuando intentas respirar profundamente o empiezas a hacer ejercicios de yoga con tu respiración, estás haciendo un esfuerzo. Este esfuerzo no es necesario. Sencillamente acepta la vida, relájate y de repente sentirás que tu respiración se vuelve más profunda. Relájate más y la respiración será aún más profunda. Se vuelve lenta, rítmica, casi la puedes disfrutar y proporciona cierto deleite. Después te darás cuenta de que la respiración es el puente entre tú y la totalidad.Observa sin más y no hagas nada. Y cuando digo, observa, no intentes observar, de lo contrario estarás tenso y empezarás a concentrarte en la respiración. Relájate y nada más, sigue relajado, suelto, y observa... porque ¿qué más puedes hacer? Estás ahí, no hay nada que hacer, nada que aceptar, nada que negar o rechazar, no hay lucha ni pelea, no hay conflicto, la respiración se va haciendo profunda, ¿qué puedes hacer? Simplemente observar. Recuerda, observa sin más. No hagas un esfuerzo para observar.
Osho-Compasión
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