Viviendo Fuera del Círculo
Siempre siento que no soy digno de ser amado. Siento que esto hace que mantenga mi puerta cerrada y ahora mi corazón está sufriendo pero he olvidado en dónde está la puerta.
Éste es uno de los crímenes que se han cometido contra todos por todas partes en la sociedad humana: tú has sido condicionado y te han dicho continuamente que eres indigno.
Debido a este condicionamiento, la mayoría de la humanidad se ha dado por vencida incluso de desear cualquier aventura, cualquier peregrinaje a las estrellas; están muy convencidos de que son indignos. Sus padres les decían, “eres indigno". Sus profesores les decían, “eres indigno". Sus sacerdotes les decían, “eres indigno". Todos forzaban la idea en ellos de que eran indignos. Naturalmente, ellos aceptaron la idea.
Una vez que aceptas la idea de que eres indigno, naturalmente te cierras. No puedes creer que tienes alas, que el cielo entero te pertenece, que sólo tienes que abrir tus alas y el cielo va a ser tuyo, con todas sus estrellas.
No es cuestión de que en alguna parte te hayas olvidado de abrir una puerta. Tú no tienes ninguna puerta, tú no tienes ninguna pared. Este ser indigno es simplemente un concepto, una idea. Has sido hipnotizado por la idea.
Desde el mismo comienzo, todas las culturas, todas las sociedades han estado utilizando el hipnotismo para destruir a los individuos — su libertad, su unicidad, su genialidad — porque los intereses creados no están necesitando genios, no necesitan individuos únicos, no necesitan gente que ame la libertad. Están necesitando esclavos, y la única manera psicológica de crear esclavos es condicionar tu mente con la idea de que eres indigno, que no mereces nada; que incluso no mereces lo que tienes, que no deberías pedir nada más. Ya debes demasiado por las cosas que no mereces.
El hipnotismo es un proceso simple de repetición continua. Sólo sigue repitiendo cierta idea y se empieza a asentar dentro de ti, y se convierte en una pared gruesa, invisible. No hay puertas, ni ventanas; tampoco existe ninguna pared .
George Gurdjieff ha recordado su infancia... Él nació en el Cáucaso, una de las partes más primitivas del mundo. Sigue estando en la etapa donde estaba la humanidad cuando vivía de la cacería; incluso el cultivo no ha comenzado. La gente del Cáucaso son grandes cazadores y cualquier sociedad que vive de la cacería está destinada a ser una sociedad nómada. No puede construir casas, no puede construir ciudades, porque no es posible depender de los animales. Hoy están disponibles aquí, mañana no lo estarán. Ciertamente los matarás, y debido a tu presencia se escaparán; los matarán o escaparán.
Gurdjieff creció en una sociedad nómada, así que él venía casi de otro planeta. Sabía algunas cosas que nosotros hemos olvidado. Él recuerda que en su infancia los nómadas hipnotizaban a sus niños, porque no podían llevarlos con ellos contínuamente mientras cazaban. Tienen que dejarlos en alguna parte debajo de un árbol, en un lugar seguro. ¿Pero cuál es la garantía que esos niños permanecerán allí? Tienen que ser hipnotizados. Así que utilizaron una pequeña estrategia, y la han utilizado durante siglos.
Desde el principio cuando el niño es muy pequeño, harán que él se siente debajo de un árbol. Dibujarán un círculo alrededor del niño con un palillo y le dirán, “tú no puedes salir de este círculo; si te sales de él, morirás".
Ahora esos niños pequeños creen, igual que tú. ¿Por qué eres cristiano?... porque tus padres te lo dijeron. ¿Por qué ers hindú? ¿Por qué eres jaina? ¿Por qué eres musulmán?... porque tus padres te lo dijeron.
Esos niños creen que si salen del círculo morirán. Crecen con este condicionamiento. Puedes intentar persuadirlos: “Sal, te daré un dulce". No pueden, porque la muerte... Incluso a veces si intentan, sienten como si una pared invisible los estuviera previniendo, como si los empujara nuevamente dentro del círculo. Esa pared existe solamente en sus mentes; no hay pared, no hay nada. A menos que la persona que los ha puesto en el círculo venga y retire el círculo, saque al niño, el niño permanece dentro.
El niño sigue creciendo pero la idea permanece en el inconsciente. Así que incluso un anciano, si su padre dibuja un círculo alrededor de él, no puede salir. Así que no es tan sólo una cuestión del niño; el anciano también lleva todavía su niñez en su inconsciente. No es cuestión de un niño. El grupo entero de nómadas ha puesto a sus niños debajo de árboles cercanos, y todos los niños están sentandos allí durante todo el día. En el momento en que sus padres vuelven, se ha convertido en un condicionamiento tal que no importa lo que suceda, el niño no saldrá del círculo.
Exactamente la misma clase de círculos son dibujados a tu alrededor por tu sociedad. Por supuesto son más sofisticados. Tu religión no es más que un círculo, pero muy sofisticado; tu iglesia, tu templo, tu libro sagrado no es más que un círculo hipnótico.
Uno tiene que entender que está viviendo rodeado por muchos círculos que están sólo en su mente. No tienen una existencia real, pero funcionan casi como si fueran reales.
El que eres indigno es simplemente un condicionamiento. Nadie es indigno. La existencia no crea gente indigna. La existencia no es tonta. Si la existencia crea a tanta gente indigna, entonces toda la responsabilidad recae en la existencia. Entonces se puede concluir definitivamente que la existencia no es inteligente, que no hay inteligencia detrás de ella, que es un fenómeno materialista estúpido y accidental y no hay conciencia en él. Éste es todo nuestro combate, toda nuestra lucha: probar que la existencia es inteligente, que la existencia es inmensamente consciente.
Es la misma existencia la que crea a los Budas Gautama. No puede crear gente indigna. Tú no eres indigno. Así que no es cuestión de encontrar una puerta; sólo existe una comprensión de que el ser indigno es una idea falsa que te es impuesta por quienes quieren que seas un esclavo para toda tu vida.
Lo puedes abandonar en este momento. La existencia te da el mismo sol que al Buda Gautama, la misma luna que a Zarathustra, el mismo viento que a Mahavira, la misma lluvia que a Jesús. No establece diferencias, no tiene ninguna idea de discriminación. Para la existencia, el Buda Gautama, Zarathustra, Lao Tzu, Bodhidharma, Kabir, Nanak o tú son exactamente iguales. La única diferencia es que el Buda Gautama no aceptó la idea de ser indigno, él rechazó la idea.
Así que abandona la idea de ser indigno, es simplemente una idea. Y al abandonarla te encuentras bajo el cielo. No es cuestión de puertas; todo está abierto, todas las direcciones están abiertas. El hecho de que existes es prueba suficiente de que la existencia te necesita, te ama, te nutre, te respeta.
La idea de ser indigno es creada por los parásitos sociales. Abandona esa idea. Siéntete agradecido a la existencia... porque solamente crea gente que es digna, nunca crea algo sin valor. Solo crea gente que es necesitada.
Mi énfasis es que cada sanyasin debe respetarse y sentirse agradecido a la existencia por haber sido requerido para estar aquí en esta coyuntura de tiempo y espacio.
Osho, Beyond Enlightenment, Talk #31
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